La vocación le llega la persona a lo largo de su existencia. De ordinario, Dios se sirve de intermediarios: el Espíritu, la Iglesia, otras personas, el entorno... Dios despierta en la pesona anhelos, ideales...
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información